octubre 24, 2011

Planificación desde pequeños


Todos sabemos por experiencia propia que programar nuestras tareas con cierta disciplina teniendo en cuenta el tiempo y espacio que necesita cada individuo para las actividades personales, mejora nuestra calidad de vida y favorece nuestra salud.

La salud requiere un "orden" que debe partir desde nuestro interior como sistema de defensa para permitir que fluyan las tareas sin sobrecargas que produzcan agotamiento y finalmente generen cansancio y falta de motivación.

La concepción del tiempo en la vida de la persona está condicionada por muchos y diversos factores: desde los cambios tecnológicos, el tiempo que dedicamos al trabajo, el tiempo escolar, de los espacios de vida ciudadana, el tiempo libre y el tiempo desocupado.

El desarrollo científico-técnico ha provocado profundos cambios en la manera en que las personas distribuyen o mejor dicho, no distribuyen su tiempo, lo que genera stress y a la vez una crisis de enorme importancia en el valor del tiempo de las personas y para las personas.

Los niños, niñas y adolescentes, tienen su tiempo condicionado por la organización escolar y familiar, regido a la vez por el tiempo de los adultos, condicionado por el entorno social, los recursos económicos, las programaciones de los medios de comunicación, las culturas y subculturas (videos, música, videojuegos), las modas en cada momento, las expectativas familiares y el ritmo de vida que imponen los horarios escolares y de preparación de los adolescentes (escuela, idiomas, deportes, informática o cualquier manifestación artística); esto hace que planificar el horario de vida de nuestro hijos se convierta en una tarea compleja.

El tiempo escolar se desarrolla básicamente en un marco escolar y el tiempo de ocio se organiza en torno a la familia y al tiempo libre.

Los padres, teniendo en cuenta las características de sus hijos, del entorno familiar y el entorno social que rodea a la familia, deben ser muy cuidadosos al planificar los horarios de vida que quedan fuera del tiempo escolar, pensando siempre que debe ser un tiempo dedicado fundamentalmente a la educación, la formación de valores, la apropiación de la cultura, el establecimiento de relaciones interpersonales, enseñarlos a planificar su propio tiempo libre con actividades que le aporten a su crecimiento personal.

Puede ayudar el motivarlos a plantearse su propio horario, escribirlo teniendo en cuenta las posibilidades reales de cumplimiento y el tiempo que necesitan para cada una de las actividades personales, ya que todas las personas no requieren del mismo tiempo para realizar una misma actividad, que ese horario de vida sea chequeado por ellos mismos con una frecuencia diaria y ajustado de acuerdo a sus posibilidades y felizmente comprobaremos con el tiempo que así también están preparados para la vida.

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