marzo 27, 2012

Reglas para una buena atención al cliente


Cada persona es un mundo pero en los negocios hay ciertos patrones que se repiten una y otra vez. Es por eso que hay algunas normas de comportamiento que funcionan en la mayoría de los casos. A continuación exponemos 10 reglas que te ayudarán a llevar mejor la relación con el cliente.

1. Llámalos
Es el punto más importante. Si un cliente se pone en contacto contigo debes contestar en el menor tiempo posible. No permitas que tengan que volver a llamarte. Dejar pasar más de 30 minutos es perder parte de la relación con ese cliente. La comunicación es fundamental y se puede dar bajo diferentes medios y plataformas: SMS, Email, chat, adáptate a su medio y mantén un canal abierto efectivo y rápido. ¡Un cliente nunca se cansa de recibir tus llamadas! Además pueden servir de colchón ante futuros cambios o problemas en el proyecto.

2. Mentira!
Podrías ser el mejor jugador de Poker del mundo y aún así un cliente sería capaz de saber que estás mintiéndole. Debes tener tolerancia cero a las mentiras en tu empresa. Los clientes aprecian la sinceridad y en muchas ocasiones decir “No he tenido tiempo” o “He pasado tu proyecto hasta el día de hoy” abre una nueva vía de complicidad y amistad. El trabajo no está hecho, qué más dará la razón? Al cliente sólo le importa una cosa – Mi trabajo no está hecho – Al menos se honesto.

3. Haz lo que dices
No te comprometas con el cliente, nunca, a hacer algo que no estás seguro que puedes cumplir. Si cierras una fecha para un trabajo, cúmplela, si no estás 100% seguro dobla el tiempo de entrega o directamente deja un margen abierto de entrega. Al cliente le importa lo mismo esperar una semana que dos, pero si le dices una semana y no lo cumples estará enormemente disgustado. Un cliente tiene su agenda, su planing y tú estás dentro de ese plan, si fallas estarás comprometiendo la imagen de tu empresa.

4. Dar ejemplo
Tus empleados o socios, poco a poco, asimilan tu forma de tratar al cliente. Si tú tratas mal al cliente o pasas de ellos, ellos les darán el mismo trato. Dar ejemplo es importante. Tu comportamiento debe ser ejemplar.

5. Ponte al frente
Planta cara al cliente y no permitas que otras personas hablen en tu nombre o te cubran las espaldas (y menos con mentiras). Hay ciertos asuntos que sólo tú puedes encarar, ya sea por su nivel técnico o por un elevado grado de importancia. Te ayudará a entender realmente el problema que tiene tu cliente.

6. Se cuidadoso
No siempre podrás solucionar los problemas que se crucen en tu camino, es por eso que debes ser creativo y plantear alternativas ¿Darle otro servicio o producto a cambio? ¿Hacerle un descuento en el siguiente trabajo? En cualquier caso debes admitir tu culpa, eso cambiará su estado receptivo 360º

7. Un cliente es como una casa
Da una vuelta por tu casa, tienes toallas del baño en la cocina? La basura delante de la tele? Polvo y humedades en el techo? Un cliente requiere de las mismas atenciones que tu propia casa. Un trabajo necesita organización, orden. Para ayudarte en esta labor puedes servirte de algunas herramientas online que brinden al cliente la posibilidad de enviar reportes de error, llevar un seguimiento de las tareas de su proyecto, etc.

Cuando un cliente analiza el proyecto, lo estudia al milímetro, como si lo hiciera a través de un microscopio, es por eso que, como tu casa, ¡tiene que estar limpio!

8. Aprende a mantener las distancias
Es bueno ser social, extrovertido pero, en ciertas ocasiones, los clientes no querrán que invadas su espacio vital. Es importante que aprendas a mantener el espacio y esperes su reacción. Intenta que se sienta cómodo y no intimidado.

No olvides sonreir! Mostrar felicidad es mostrar que tu negocio va bien, que tu vida va bien y que por lo tanto él, tu cliente, sentirá que está en buenas manos. Mira a los ojos de tu cliente cuando saludas, no al teléfono, al reloj, al suelo o a la silla.

Para lo que estés haciendo. Si te llaman o te visitan, para cualquier cosa que estés haciendo, por muy importante que esta sea. Toma unos minutos para recibirlo o estar concentrado en la conversación.

9. Un cliente no es un amigo
Puedes dar un trato de amistad a tu cliente, considerar que es tú amigo, pero en numerosas ocasiones hay ciertos comportamientos que no puedes compartir con ellos. Cuántas veces te has encontrado con un viejo amigo y te has despedido con un – Ya te llamaré! – y luego nunca lo hiciste? Cuando tratas con un cliente es muy importante que cumplas lo que dices. Es importante que lleve un seguimiento de su proyecto y si te comprometes diciendo – Esta semana te enviaré un resumen del estado de tu proyecto – o – Durante esta semana te llamaré para pedirte algunos detalles – HAZLO. Los clientes estarán sumamente agradecidos de que seas tú el que tiene la iniciativa de ponerse en contacto con él y no a la inversa. Deben sentir que tú estás interesado en su proyecto y no sólo en cobrarlo.

10. Toma notas
Tomar notas en un cuaderno, iPad o portátil es importantísimo mientras habla el cliente. Demuestra que realmente estás prestando atención a lo que dice. Se sentirá más seguro y tomará la explicación con más seriedad.

No todo es impresionar al cliente, también tenemos que tener en cuenta que no somos ordenadores, nuestra cabeza pierde información y olvida. Por mucha atención que prestemos siempre habrá algunos detalles que desearíamos haber apuntado. No confíes tanto en tu memoria y toma apuntes de todos los detalles.

febrero 13, 2012

¿Cómo aprovechar mejor tu tiempo?


Frecuentemente los trabajadores se quejan del poco espacio que tienen para realizar todas las tareas asignadas a lo largo de su jornada laboral. Retrasos, cambios en la agenda de terceros y desconcentración son algunas de las causas para la pérdida sistemática de tiempo en la oficina. Por lo que, en este caso, es necesario gestionar mejor la duración individual y colectiva de cada tarea programada durante el día, de esta forma los resultados serán mucho más eficientes.
Al final del día lo que cuenta no es el horario, o el tiempo que nos dedicamos a estar trabajando en la oficina, sino que la cantidad de tareas que logramos concluir durante este periodo. Piensa, en que beneficia más a una empresa el tener colaboradores que cumplen sus actividades en muy poco tiempo que personas que tengan jornadas interminables para cumplir los objetivos.
Conoce consejos útiles para optimizar su eficiencia en el trabajo, con claves que te harán aprovechar al máximo el tiempo:
1. Puntualidad: Debes estar dispuesto y preparado para comenzar cualquier actividad a la hora en la que esta fue programada. El llegar a tiempo, no sólo es una manera de demostrar respeto, sino que es una muestra de seriedad y compromiso, además que te hace ganar algunos minutos si la actividad empieza antes de la hora pactada.
2. Aprovecha el tiempo: Enfócate en terminar tus tareas antes que termine el día y piensa que esos instantes que ahorres por tu eficiencia pueden servirte para realizar cualquier otra actividad. Es necesario concentrarse y mentalizarse en cumplir objetivos específicos, para lograr así terminar las tareas del día sin necesidad de pasar más horas de las debidas en el lugar de trabajo o llevarse cosas pendientes a casa.
3. No robes el tiempo de los demás: No distraigas o desconcentres a tus compañeros, ya que esto puede verse no sólo como un desacato, sino que al final del día, este atraso en las tareas de tus colegas pueden influirte al tener que ayudar a completar proyectos o planes que no te corresponden. Por lo que en este punto es importante no arrastrar a los compañeros, jefes o subordinados a actividades improductivas para no perjudicar el horario propio.
4. Tener hora de salida: Olvida las jornadas de trabajo interminables, que hacen que produzcas menos y gastes más tiempo en la oficina. Intenta mantener el principio de salir a la misma hora que tus compañeros. Así, te forzarás a terminar el cumplimiento de las tareas al mismo tiempo que ellos y podrás motivarte al saber que si tu trabajo es productivo La perspectiva de terminar a la hora de salida ofrece la sensación de que se controla el tiempo propio.
5. Aprovecha las horas de comidas: Es aconsejable dedicar hora y media completa al almuerzo, tomando en cuenta que es un tiempo para alimentarse, socializar, relajarse y cargar baterías para la jornada de la tarde. Así una vez que estés descansado, podrás concentrarte para terminar eficientemente tus tareas.
6. Descansa apropiadamente: Muchos de los problemas tienen su origen en los malos hábitos de sueño o por el mal uso del tiempo libre. Algunos empleados trasnochan, por lo que su productividad será menor y esto ocasionará el gastar más tiempo del necesario en el trabajo generando una sensación aún mayor de no tener descanso. Esto se puede mejorar simplemente intentando dormir un poco más y aprovechar el tiempo libre con actividades que no exijan agotamiento durante la semana
7. Planifica: Regula cuánto tiempo te debes demorar en cada tarea, de modo de saber cuando estás atrasado y así concentrarse más. El planificar tus tareas en termino de tiempo, es la manera más eficaz de aprovechar el al máximo la concentración y así no tener que modificar los horarios. Se aconseja seguir la regla de los tres ochos: ocho horas para trabajar, ocho para el ocio y ocho para descansar.
No te dejes desconcentrar por pequeñas cosas y busca siempre equilibrar tu vida personal con el tiempo que gastas en la oficina. De este modo, realizarás eficientemente tus tareas y tendrás la oportunidad de descansar un poco más.

febrero 06, 2012

APRENDIZAJE DE LA MOTIVACION


Algunas conductas son totalmente aprendidas; precisamente, la sociedad va moldeando en parte la personalidad. Nacemos con un bagaje instintivo, con un equipo orgánico; pero, la cultura va moldeando nuestro comportamiento y creando nuestras necesidades. Las normas morales, las leyes, las costumbres, las ideologías y la religión, influyen también sobre la conducta humana y esas influencias quedan expresadas de distintas maneras. En cualquiera de tales casos, esas influencias sociales externas se combinan con las capacidades internas de la persona y contribuyen a que se integre la personalidad del individuo aunque, en algunos casos y en condiciones especiales, también puede causar la desintegración.

Sucede que lo que una persona considera como una recompensa importante, otra persona podría considerarlo como inútil. Por ejemplo, un vaso con agua probablemente sería más motivador para una persona que ha estado muchas horas caminando en un desierto con mucho calor, que para alguien que tomó tres bebidas frías en el mismo desierto. E inclusive tener una recompensa que sea importante para los individuos no es garantía de que los vaya a motivar. La razón es que la recompensa en sí no motivará a la persona a menos que sienta que el esfuerzo desplegado le llevará a obtener esa recompensa. Las personas difieren en la forma en que aprovechan sus oportunidades para tener éxito en diferentes trabajos. Por ello se podrá ver que una tarea que una persona podría considerar que le producirá recompensas, quizá sea vista por otra como imposible.

El mecanismo por el cual la sociedad moldea a las personas a comportarse de una determinada manera, se da de la siguiente manera:

1) El estímulo se activa.

2) La persona responde ante el estímulo.
3) La sociedad, por intermedio de un miembro con mayor jerarquía (padre, jefe, sacerdote, etc.), trata de enseñar, juzga el comportamiento y decide si éste es adecuado o no.

4) La recompensa (incentivo o premio) se otorga de ser positivo. Si se juzga inadecuado, proporciona una sanción (castigo).

5) La recompensa aumenta la probabilidad de que en el futuro, ante estímulos semejantes, se repita la respuesta prefijada. Cada vez que esto sucede ocurre un refuerzo y, por tanto, aumentan las probabilidades de la ocurrencia de la conducta deseada. Una vez instaurada esa conducta se dice que ha habido aprendizaje.

6) El castigo es menos efectivo; disminuye la probabilidad de que se repita ese comportamiento ante estímulos semejantes.

7) El aprendizaje consiste en adquirir nuevos tipos actuales o potenciales de conducta. Este esquema no sólo es válido para enseñar normas sociales sino, además, cualquier tipo de materia. Una vez que se ha aprendido algo, esto pasa a formar parte de nuestro repertorio conductual

La motivación es un factor que debe interesar a todo administrador que deberá estar consciente de la necesidad de establecer sistemas de acuerdo a la realidad de su país y, al hacer esto, deberá tomar en cuenta que la motivación es un factor determinante en el establecimiento de dichos sistemas Para poder entender las motivaciones en todos estos casos, es importante desarrollar investigación del campo motivacional.

Las empresas generalmente están empeñadas en producir más y mejor en un mundo competitivo y globalizado, la alta gerencia de las organizaciones tiene que recurrir a todos los medios disponibles para cumplir con sus objetivos. Estos medios están referidos a: planeamiento estratégico, aumento de capital, tecnología de punta, logística apropiada, políticas de personal, adecuado usos de los recursos, etc.
Obviamente, las estrategias sobre dirección y desarrollo del personal se constituyen como el factor más importante que permitirá coadyuvar al logro de los objetivos empresariales y al desarrollo personal de los trabajadores.

Dentro de este campo, existen complejos procesos que intervienen, tales como:

· Capacitación
· Remuneraciones
· Condiciones de trabajo
· Motivación
· Clima organizacional
· Relaciones humanas
· Políticas de contratación
· Seguridad
· Liderazgo
· Sistemas de recompensa, etc.


En dicho contexto, la motivación del personal se constituye en un medio importante para apuntalar el desarrollo personal de los trabajadores y, por ende, mejorar la productividad en la empresa.

Para mantener tal grado de compromiso y esfuerzo, las organizaciones tienen que valorar adecuadamente la cooperación de sus miembros, estableciendo mecanismos que permitan disponer de una fuerza de trabajo suficientemente motivada para un desempeño eficiente y eficaz, que conduzca al logro de los objetivos y las metas de la organización y al mismo tiempo se logre satisfacer las expectativas y aspiraciones de sus integrantes.

En resumen , el estudio de la motivación y su influencia en el ámbito laboral, pues, no es otra cosa que el intento de averiguar, desde el punto de vista de la sicología, a qué obedecen todas esas necesidades, deseos y actividades dentro del trabajo, es decir, investiga la explicación de las propias acciones humanas y su entorno laboral: ¿Qué es lo que motiva a alguien a hacer algo? ¿Cuales son los determinantes que incitan?. Cuando se produce un comportamiento extraordinario de algún individuo siempre nos parece sospechoso. Frecuentemente intentamos explicar el patrón diferente haciendo referencia a los motivos, por ejemplo, si alguien triunfa en la bolsa escucharíamos...