Autor: Stephen R. Covey
El ser empresario es una de las opciones de carrera más excitantes y, al mismo tiempo, más retadoras en los ámbitos personal y profesional. Al seguir los principios universales de efectividad, puede incrementar tanto su calidad de vida como sus probabilidades de éxito. Les ofrezco una revisión de los 7 Hábitos de las Personas Altamente Efectivas para Empresarios.
Hábito 1: Sea Proactivo
Muchas personas se limitan a iniciar nuevos proyectos sólo cuando las condiciones parecen positivas o favorables. Es decir, trabajan reactivamente en función de las señales del mercado. En cambio, un empresario proactivo analizará las razones por las cuales un proyecto puede triunfar en el largo plazo y desarrollará procesos para lograr el éxito, aunque las condiciones puedan parecer cuesta arriba. Evidentemente, esto no debe ser llevado al extremo: se trata de ser proactivo y descubrir nichos y oportunidades en áreas de baja o nula competencia antes que sus competidores descubran la oportunidad, sin descuidar los ciclos del negocio y de flujo de caja.
Por mi experiencia personal en la creación de Covey Leadership Center y luego la fusión que creó Franklin Covey Co., he aplicado un técnica sencilla que me ayuda a calcular el riesgo. Cuento hasta 10 – y a veces hasta 50 – cuando tengo una nueva idea, insertando de esta manera una breve pausa entre el estímulo y mi respuesta al mismo. Esta técnica básica me ayuda a controlarme y no ser excesivamente reactivo o imprudente.
Hábito 2: Empiece con el Fin en la Mente
La cultura de una compañía se establece desde las etapas iniciales de su crecimiento por lo que es vital que se empiece con claro sentido de visión y propósito. La creación de su misión personal le dará el mejor punto de inicio para el desarrollo del propósito de su empresa.
¿Cómo desearía que sus allegados lo recuerden? ¿Qué legado desea dejar a su paso?
Empiece por listar los principales roles de su vida. Luego, enfóquese en fijar uno o dos objetivos a largo plazo para cada rol. Entonces, desarrolle un enunciado de misión describiendo el propósito de su vida e incorporando estas metas.
La inversión de tiempo en preparar su misión personal se verá recompensada ya que le apoyará en mantenerse en su curso y decir "no" a aquellas actividades que no apoyen sus prioridades a largo plazo. Le ayudará a no sobrecargarse o sentirse abrumado por los muchos sombreros que debe llevar en su actividad empresarial. Una vez definidas sus metas, prioritícelas cuando decida como invertir su tiempo. Cada semana planifique sus actividades en función de las dos o tres tareas que le permitirán avanzar hacia sus metas en los distintos roles. Al definir aquellas tareas que constituyen avances significativos, asigne el tiempo necesario y organice sus otras actividades en función de lo más importante. No recargue su agenda ya que necesitará tiempo para atender a sus empleados y conversar sobre asuntos del quehacer diario y solventar aquellas situaciones que sean más complejas. Así irá alimentando la confianza entre sus empleados y usted.
Evite desperdiciar su atención en tareas que sean urgentes pero no agreguen valor a su actividad. Plantéese la postergación de estas actividades hasta que tenga oportunidad de solucionarlas, dándose el tiempo necesario para responder de manera adecuada y faculte a los miembros de su staff; de esta manera, usted podrá enfocarse en la visión de conjunto liderando los procesos productivos.
Hábito 3: Poner Primero lo Primero
Si usted ha sido honesto en la definición de sus metas y principios en su enunciado de misión, usted tendrá el fuego interno para perseguir sus metas. Así podrá enfocar sus esfuerzos. Tal vez no sea tan popular, pero al demostrar su confiabilidad y aumentar la efectividad de sus esfuerzos, aumentará sus probabilidades de éxito. Pero no sea rígido en extremo: pueden surgir cosas más importantes que los planes o metas trazados inicialmente. Cuando suceda, será un momento crucial de autoanálisis y foco para concentrarse en sus valores y tomar la decisión más adecuada.
Con la integración de los 3 primeros Hábitos, se logra la Victoria Privada que nos prepara para la optimización de nuestras relaciones.
Hábito 4: Pensar Ganar-Ganar
Es imposible construir una empresa exitosa sin el apoyo de sus empleados. Algunos empresarios piensan que al fomentar la competencia interna incrementa la productividad, pero se limitan a crear conflictos entre departamentos. Ya tiene suficiente competencia en el mercado así que no la necesita en su lugar de trabajo.
Los acuerdos ganar-ganar, ya sean escritos o informales, deben ser adecuados a las necesidades, habilidades y experiencia de cada empleado. El compromiso del empleado es alcanzar las metas establecidas en consenso. El suyo es ayudarlo a alanzar estos resultados. Incluya en el acuerdo recompensas por metas a obtener y cumpla su promesa en el momento de la evaluación. Cuando todos saben que tiene una oportunidad de ganar en sus propios términos, la productividad se eleva.
Hábito 5: Busque Primero Entender y Luego Ser Entendido
Muchos empresarios disfrutan al controlar las tomas de decisiones a todo nivel, pero esto mata la creatividad y autoestima de su equipo. Pero si usted esta dispuesto a compartir el poder, la información y las ideas - e incluso la propiedad de la compañía - crea un vasto rango de oportunidades. Esto implica que usted debe estar dispuesto a escuchar realmente.
Una forma de empezar es solicitando recomendaciones para solucionar los problemas más importantes de la empresa que usted esté tratando de resolver.
Muchos empresarios se quejan de que sus empleados no los apoyan pero es que no han creado las condiciones para que esto suceda. Invierta en reclutar la personas con capacidades complementarias y favorezca el intercambio productivo y enfocado de ideas, mediante el desarrollo de sistemas de remuneración y desarrollo de nuevos productos que premien la inventiva y el coraje de defender el propio punto de vista.
Si esta empezando un nuevo negocio, sería recomendable que cree un Consejo Consultivo, La experiencia de personas fuertes, independientes y objetivas, con diversos tipos de experticia, le ayudará a ser realista y objetivo. Y si el negocio prospera, este grupo podría convertirse en su Junta Directiva.
Hábito 6: Sinergizar
Para ser exitoso, debe conformar un equipo en el cual se complementen las diversas capacidades. Claro, que si usted se agobia con las diversas crisis que surgen día a da en el desarrollo de su empresa, no puede invertir mucho tiempo en el reclutamiento y selección de personal.
En mi experiencia personal en el desarrollo de Covey Leadership Center, he descubierto que las personas interdependientes son más eficientes al organizarle trabajo de equipo para lograr objetivos específicos. La mejor forma de determinar el nivel de interdependencia es hacer las preguntas correctas en las entrevistas. Pregúntele sobre las actividades que más disfruta. Por ejemplo, si un candidato adora los deportes individuales de alta competencia, esto podría ser un signo de independencia que podría ser perturbador en el grupo que usted esta formando.
Esto no significa que lo deba descartar de inmediato, pero es una voz de alerta. Al final confíe no solo en su cabeza sino también en su corazón: si siente que esa persona combina con su empresa, contrátela.
Hábito 7: Afile la Sierra
Aun aquellos empresarios que llevan una vida balanceada se olvidan de mantener la herramienta fundamental: su propio cuerpo. Dedicar 5 o 6 horas semanales al ejercicio no es una diversión, sino una necesidad.
Además debe buscar renovarse en el plano espiritual. La respuesta puede ser la meditación o la práctica de su culto religioso. Pero el leer buena literatura - no sólo libros sobre negocios - puede ser inspirador. Aproveche su tiempo para mantener aquellas relaciones personales importantes: escriba cartas, haga esa llamada telefónica, o la visita que ha venido posponiendo. Busque formas de servir a otros, tal vez se pueda involucrar en actividades de caridad. Todas estas actividades le ayudarán a crear un estilo de vida satisfactorio en el largo plazo.
Los 7 Hábitos se sustentan en la visión a largo plazo. En algunos momentos sentirá presiones y desbalances pero si incorpora la planificación efectiva en su rutina, reducirá su nivel de estrés y descubrirá que su negocio y su vida son mucho más satisfactorias.
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