Evita que el miedo, la ansiedad y los nervios te traicionen cuando tengas que dar un discurso ante varias personas. ¡Tú puedes!
Estar por primera vez frente a una multitud que espera oír un discurso, una exposición o una bienvenida de nuestra parte, puede ser aterrador.
Para algunas personas el miedo de esta primera experiencia puede hacerla muy penosa si la vergüenza, el tartamudeo, lo bochornoso y los nervios del momento se apoderan de uno.
Por eso, si tienes en puerta un evento en el que habrás de dirigirte al público, prepárate para que todo salga de maravilla.
¿Qué vas a decir? Antes de plasmar tus ideas en un papel, piensa en los puntos clave de tu discurso. Sé claro y preciso. No des tantos rodeos al mensaje que quieres transmitir, para que éste se entienda lo mejor posible.
Pon atención en la voz, éste es el vehículo que permitirá que tus ideas se escuchen. Muchas veces la emoción puede provocar que la voz se debilite. Para evitarlo, se recomienda respirar profundo una o más veces, lo que también permite tranquilizar los nervios.
Dilo con entusiasmo y contagia a la gente. Un discurso con vida será bien comprendido. Para lograrlo, a cada nueva idea que digas sube el volumen de tu voz.
Se vale improvisar siempre y cuando no todo lo que digas te lo saques de la manga. Es importante que ensayes antes de que llegue el momento de dar tu discurso, para que esa preparación te facilite salir de cualquier incidente. Por ejemplo, para mantener la atención de la gente en caso de que suene un celular.
La timidez y el nerviosismo son normales y positivos, siempre que no sean una obsesión. Encuestas efectuadas a estudiantes de universidades estadounidenses dicen que 90 por ciento de los entrevistados confesó tener miedo de hablar ante los demás. No obstante, no debemos permitir que esta emoción nos paralice.
Toma en cuenta el tiempo de tu discurso No puedes decir en 10 minutos el mismo número de ideas que en una hora. Para ello, hay que calcular cinco minutos de exposición para cada mensaje principal.
Redacta tus notas de una forma clara y organizada Así podrás apoyarte en ellas durante tu exposición sin ningún problema. Con esta dinámica darás continuidad a tu discurso y evitarás cambiar de tema de forma repentina.
Hay que evitar tartamudeos, se aconseja que minutos antes de comenzar tu discurso, coloques un lápiz entre tus labios para que relajes la boca y tu pronunciación se vea beneficiada.
Mantener la atención es difícil por eso, los expertos recomiendan ejemplificar su discurso, apoyarse de imágenes, relatar historias o hacer que sus receptores también participen.
Finalmente, para que tu conferencia o exposición sea todo un éxito toma en cuenta los gustos, edades, pasatiempos y costumbres de los oyentes, para crear un canal de empatía entre ustedes.
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